Dicen que el tiempo lo cura todo, que ayuda a olvidar. Pero lo cierto es que, ya sea por nostalgia o porque algunos fantasmas son duros de roer, el pasado vuelve a nosotros con frecuencia, más aún si el presente está ligado a él.
“La vida por delante” es un buen ejemplo de hasta qué punto las experiencias pasadas pueden condicionar la vida presente y futura y de cómo, en algunos casos, se convierten en una prisión invisible. Madame Rosa (Concha Velasco) trabajó como prostituta en su juventud y, pese a lo que pueda parecer, fue su época más feliz. Iba a donde quería y con quien le apetecía, era joven y bella, tenía toda la vida por delante. Pero la vida le jugó una mala pasada y terminó en Auschwitz por ser judía. Sobrevivió a la terrible experiencia y se ganó la vida en París cuidando a los hijos de las prostitutas que no podían ocuparse de ellos, hasta el momento de poder volver a recogerlos. Ahora, a sus casi setenta años, agota su marginal existencia en compañía del último chico que le queda por custodiar: Momo (Rubén de Eguia), un entrañable adolescente al que ha criado como musulmán y que no para de hacerle preguntas porque a él también le pesa su pasado pero no por tener malos recuerdos sino porque no tiene ninguno, no sabe de dónde viene ni por qué nadie vuelve a por él, lo que le supone una carga tan pesada como la que soporta su benefactora.
Los recuerdos de Madame Rosa afloran de formas inesperadas, siente miedo y soledad, ya no tiene fuerzas para seguir y comienza a apagarse pero no le es fácil marcharse, le preocupa el futuro de Momo. Él necesita volar y buscar respuestas pero no quiere despegarse de la única figura materna que ha conocido y, mientras sus caminos se disponen a separarse, estrechan sus lazos luchando por la pequeña familia que formaron años atrás.
Basada en una novela del escritor Romain Gary (que usó el pseudónimo Emile Ajar para publicarla), esta obra ha sido traducida por Josep Maria Vidal, adaptada para teatro por Xavier Jaillard y dirigida por José María Pou. El elenco se completa con Carles Canut y José Luis Fernández, cuyos personajes juegan un papel significativo en el devenir de las vidas de los protagonistas.
Sencilla y con sentido del humor, esta obra es más que recomendable por sus diálogos abiertos a la reflexión, llenos de tolerancia y ternura, que dejan al público con un nudo en la garganta y sin poder dejar de aplaudir al final, sobre todo al talento más que demostrado de Concha Velasco que parece estar despidiéndose de su profesión, aunque esperemos no incluya a las tablas, y de Rubén de Eguia que borda su papel y provoca que echemos de menos al joven Momo cuando abandonamos el teatro.
Espero que podáis verla y disfrutarla, estoy casi segura de que os encantará.
“La vida por delante” es un buen ejemplo de hasta qué punto las experiencias pasadas pueden condicionar la vida presente y futura y de cómo, en algunos casos, se convierten en una prisión invisible. Madame Rosa (Concha Velasco) trabajó como prostituta en su juventud y, pese a lo que pueda parecer, fue su época más feliz. Iba a donde quería y con quien le apetecía, era joven y bella, tenía toda la vida por delante. Pero la vida le jugó una mala pasada y terminó en Auschwitz por ser judía. Sobrevivió a la terrible experiencia y se ganó la vida en París cuidando a los hijos de las prostitutas que no podían ocuparse de ellos, hasta el momento de poder volver a recogerlos. Ahora, a sus casi setenta años, agota su marginal existencia en compañía del último chico que le queda por custodiar: Momo (Rubén de Eguia), un entrañable adolescente al que ha criado como musulmán y que no para de hacerle preguntas porque a él también le pesa su pasado pero no por tener malos recuerdos sino porque no tiene ninguno, no sabe de dónde viene ni por qué nadie vuelve a por él, lo que le supone una carga tan pesada como la que soporta su benefactora.
Los recuerdos de Madame Rosa afloran de formas inesperadas, siente miedo y soledad, ya no tiene fuerzas para seguir y comienza a apagarse pero no le es fácil marcharse, le preocupa el futuro de Momo. Él necesita volar y buscar respuestas pero no quiere despegarse de la única figura materna que ha conocido y, mientras sus caminos se disponen a separarse, estrechan sus lazos luchando por la pequeña familia que formaron años atrás.
Basada en una novela del escritor Romain Gary (que usó el pseudónimo Emile Ajar para publicarla), esta obra ha sido traducida por Josep Maria Vidal, adaptada para teatro por Xavier Jaillard y dirigida por José María Pou. El elenco se completa con Carles Canut y José Luis Fernández, cuyos personajes juegan un papel significativo en el devenir de las vidas de los protagonistas.
Sencilla y con sentido del humor, esta obra es más que recomendable por sus diálogos abiertos a la reflexión, llenos de tolerancia y ternura, que dejan al público con un nudo en la garganta y sin poder dejar de aplaudir al final, sobre todo al talento más que demostrado de Concha Velasco que parece estar despidiéndose de su profesión, aunque esperemos no incluya a las tablas, y de Rubén de Eguia que borda su papel y provoca que echemos de menos al joven Momo cuando abandonamos el teatro.
Espero que podáis verla y disfrutarla, estoy casi segura de que os encantará.
24 comentarios:
Hola a tod@s:
Charlotte, me ha gustado mucho cómo has expuesto en unas líneas el argumento de “La vida por delante”.
Ya ves que casi siempre hemos coincidido en lo fundamental al intercambiar impresiones sobre obras que las dos hemos visto, como “Un dios salvaje” o “La abeja reina” últimamente. Sin embargo, “La vida por delante” no me resultó una obra lograda en su conjunto y por ello no llegué a encontrar la historia tan entrañable y tierna como pensaba, y eso que entré convencida de que iba a ser así. Tantas impresiones negativas se me fueron viniendo encima mientras avanzaba la obra que todo ello junto pudo más que lo bueno, que por supuesto también creo que lo tiene. Fundamentalmente me encantó disfrutar de la maestría de Concha Velasco, una experiencia única, y también pienso que es un gran punto a favor de la historia la manera en que impacta al espectador y hace reflexionar sobre tantos males de nuestra sociedad actual.
Estoy totalmente de acuerdo en que la obra es una invitación a la tolerancia y el entendimiento, algo importante hoy en día, un canto a tantas cosas bellas e importantes en la vida... Efectivamente en algunos momentos de la función puede llegar a ponerte un nudo en la garganta. Sin embargo, –para mí resulta un todo inseparable y quizá más tratándose de una versión de esta categoría, en la que esperas ver algo realmente selecto– como pieza teatral me ha defraudado bastante.
No quisiera llamar la atención sobre los puntos que me han parecido flojos en la obra, que son bastantes, y dejar a un lado los buenos, que como he dicho también creo que los tiene. Aparte del tema en sí y la ternura que desprenden los personajes de Momo y Madame Rosa mostrándonos su entrañable relación, me ha parecido que lo que por encima de todo saca la obra adelante y la salva de la mediocridad es la grandísima interpretación de Concha Velasco –qué vamos a contar a estas alturas, se queda una embelesada viéndola y oyéndola– y el buen hacer y entrega al personaje de Rubén de Eguia.
Como intérprete, Rubén me pareció buenísimo, pero no encontré acertado el punto a mi parecer excesivamente infantil que le daba a Momo, por mucho que Madame Rosa quisiera preservar su inocencia y mantenerle niño por siempre; más que un adolescente que aún no ha dejado del todo la infancia, me daba a veces la imagen de un niño muy pequeño por los gestos y la forma de moverse –un trabajo corporal supongo que buscado e intencionado, y bien hecho, pero con un enfoque que no me resultó natural ni convincente. Lo mismo ocurre con su forma de hablar, que como ya os comenté en su día, no llegué a comprender: ¿a qué se debía su acento? Es que me resultó muy chocante que hablara como un extranjero de lengua materna árabe y salí preguntándome a mi misma si no era más que un golpe de efecto para llamar la atención, sin justificación alguna en la historia. Quizá yo me perdí algo de la trama, es posible. Decidme, por favor, porque no lo entiendo.
Luego están los personajes del doctor y el padre, que me resultaron histriónicos, patéticos, con un texto absurdo... El argumento en conjunto me pareció mal construido, incoherente, demasiado encaminado a conmover al espectador centrándose en la fuerza dramática de los dos personajes principales, pero descuidando los personajes secundarios y la credibilidad de la historia. El texto me pareció en ocasiones hueco y vacío tras su aparente grandilocuencia, pues se pone en boca de personajes como el doctor sin que exista una justificación ni se vea sustentado por la acción.
Y, quizá es una percepción muy personal mía, pero me resultó muy poco elegante la huida de casa de M. Rosa en paños menores, una pincelada de muy discutible gusto que me pareció muy típica de la brocha de Pou.
ACABO en el PRÓXIMO mensaje.
He vuelto a leer ahora el comentario que dejé el 5 de septiembre en “Medea en llamas. Mérida se desangra”. Perdón si os parece que me pasé un poco con las ironías, a mí misma me ha resultado así al releerlo, pero la verdad es que salí de la función bastante decepcionada y con la rabia de no haber disfrutado de la obra inolvidable que esperaba iba a ser.
Como habíais hablado de ir a verla, quizá hayáis podido asistir ya y os apetezca dejar aquí vuestras impresiones sobre “La vida por delante”, junto a la de Charlotte y la mía. Me gustaría y mucho, ya veis que dejé mi comentario hace tiempo esperando vuestra opinión y con la esperanza de que me ayudárais con algunos de los interrogantes que planteaba. Algunos de ellos, aparte del acento de Momo: ¿qué tratamiento para la demencia senil y la insuficiencia cardiaca iban a aplicarle a Madame Rosa en el hospital, que la iba a dejar como un vegetal –el terrible dilema, ¿no es mejor morir que continuar vivo en estado vegetativo?–, pero es que aquí no veo la relación con la enfermedad de Rosa. Al final de la obra se comenta que pasaron días (no os desvelo lo que pasa) después del último encuentro con el doctor: ¿no tenía corazón este doctor? Lo lógico sería que se olvidase del hospital y les echara una mano, no desaparecer sin más –esto facilita que el final resulte más impactante, pero no encuentro que sea un recurso válido porque no le veo una justificación lógica en consonancia con las relaciones afectivas que se establecen entre los tres personajes.
Bueno, ya no me enrollo más. Empecé con la intención de escribir unas líneas nada más...
Un abrazo: Ana Carmen
Hola a tod@s:
Me ha resultado bastante esclarecedora esta entrada tuya Charlotte sobre "La vida por delante", gracias por ella, tanto es así que si tengo ocasión de acudir a verla estaré encantada de poder encontrarme con Madame Rosa, e igual o más con Concha Velasco que me parece una actríz completísima de quien no hay que desaprovechar la oportunidad de ver sobre las tablas.
Asimismo, ya que tanto Ana como tú habláis tan bien de Rubén de Eguía (Momo), de tener la ocasión de descubrir a este actor y a su entrañable personaje.
Yo ayer estuve viendo "Las tres casacas del Marqués de Letorié" una novela de Eugène Süe de la que Juan Pablo Ortega ha hecho una adaptación teatral, a mi juicio, entretenida y muy bien hilada, aunque vaya por delante que no conozco la novela, que dirige Claudio Martín. Estuvo representada por Teatro de Papel, una compañía extremeña. Siete actores, desconocidos para mí, que interpretan, estupendísimamente bien, un total de 12 personajes. Fernando Ramos es el protagonista, el Marqués de Letorié, aunque sea ésta una obra bastante coral. He leído que ha interpretado bastante a los clásicos y se le nota porque es un placer verlo declamar con una dicción limpia, una entonación siempre en su justa medida, .... Pero la verdad es que cuesta destacar a uno de los actores porque todos están fantásticos e igualmente tienen una dicción espléndida.
El decorado, extremadamente sencillo, sín embargo sabe situarnos en cada ocasión en los distintos ambientes sirviéndose para ello de la música, -incluso hay un par de canciones interpretadas por los propios actores, las cuales no se ven ni mucho menos fuera de lugar sino perfectamente integradas en el argumento y enriquecen la representación. La iluminación y del buen hacer de todo el elenco que interpreta esta pieza hacen el resto. Así que todo el conjunto consiguió que saliese del teatro con ganas de ver más teatro y sencillamente muy felíz de haber estado allí.
Un beso. María del Aguila.
La iré a ver el sábado que viene. Tengo las entradas compradas des de hace un mes. La obra está teniendo mucho éxito. Ya os contaré qué tal.
¡¡Besos!!
Muy buenas:
Joe,q suerte de ver a Concha en los escenarios,eso es una cosa pendiente q tengo a hacer,pero entre q no tengo tiempo por el trabajo y q no viene nada a Vitoria es imposible ver una obra q merezca la pena,en fin espero ver pronto una obra buena,
Muchas gracias por la informacion de la obra "La vida por delante",parece una obra interesante,me da la sensación.
Un besote a tod@s.
La verdad es que si queremos que nuestra vida tenga un futuro nunca debemos olvidar nuestro pasado, porque eso nos hace grandes.
Me gusta mucho como has explicado la trama de la obra. Por desgracia aquí en Murcia nunca acaban las obras del Teatro Romea, y no me refiero a representaciones sino a la remodelación. Desde hace tiempo no se disfruta de buenas obras. Yo voy una vez al mes a Madrid a ver a los amigos y aprovecho para ver alguna obra o musical.
A ver si pronto los murcianos podemos disfrutar de nuevo y nos traen grandes representaciones.
Un besico
Mayte
Gracias Charlotte por descubrinos esta obra. Me quedaré con las ganas de verla, al menos hasta que no llegue a un teatro cercano. La historia me ha cautivado de veras.
Os diré que hace unas semanas fuí a ver Los chicos de historia, con José María Pou, tal y como os comenté. La puesta en escena a mi parecer fué maravillosa, cuidada al detalle, fotografías perfectas. La interprentación de Jose María Pou fabulosa, el conjunto de los jóvenes actores, cada cual con su rol adjudicado ,convincente y la actuación de Maife Gil, la única mujer, me resultó impecable. La historia, sin embargo, me pareció algo conocida: grupo de jóvenes estudiantes, profesor excéntrico empeñado en ir más allá de materias y sistema establecido frente a un método de enseñanza inamovible...no sigo para no destripar más el texto.
Aún así, salí con buen sabor del teatro y agradezco enormemente que los actores hablaran un francés castellanizado y lo hicieran despacito en esas escenas de clase del idioma galo...resultaba conmovedor ese gesto con el público.
También he podido disfrutar de Días de Vino y Rosas, con Carmelo Gómez y Silvia Abascal. Me pareció una historia ágil y dinámica, a pesar del duro contenido que relataba.En un texto de dos es de agradecer que los actores se entiendan, que haya química y creo que ésto le dió. Aún así, lo siento, soy crítica, creo que faltó desgarro, pasión en lo que se refiere a la historia de amor de Sandra y Luis. El problema del alcoholismo fielmente retratado.
A pesar de mis críticas (es algo que no puedo evitar y que viene motivado porque me gusta no sólo deleitarme con la obra, si no examinarla) os animo a disfrutarlas.
La próxima...La abeja reina..de la que ya habéis hablado en el blog.
Un abrazo, hasta la próxima.
Ana, no recordaba tu crítica del 5 de septiembre sobre “La vida por delante”, acabo de releerla. Sin duda, sabes desmenuzar las obras para bien y para mal, jaja.
Es cierto que hay cosas extrañas como el acento de Momo que yo tampoco entendí a qué se debía cuando no tenía nada que ver con su religión. Pero hay otras cosas que me hacen pensar que quizás Pou haya ido haciendo pequeños cambios, porque yo no vi histrionismo ni en el médico ni en el padre, todo lo contrario; el primero era el típico médico con cara de bonachón que acostumbramos a ver en las películas y que no pinchaba ni cortaba demasiado y el segundo era tan neutro que no destacaba en ningún sentido.
Sobre que la historia es pretenciosa, bueno, en realidad cualquier argumento que tenga una base social o moral con mensaje puede acabar siéndolo si nos gana la parte negativa, supongo.
Es indudable que lo mejor de la obra es la interpretación de Concha Velasco y que sería absurdo por parte del joven Rubén tratar de igualarla con la cantidad de años que lleva ella trabajando. Otra cosa es que es efectivamente, Momo esté excesivamente aniñado pero quizás sea para cargar las tintas en cuanto a la parte tierna del chico que quiere seguir con su madrina, aunque su edad le esté pidiendo a gritos que salga de ahí. Pero, ya te digo, lo del acento no hay quien lo entienda., jaja.
En cuanto a la insistencia del médico por internar a Madam Rosa, era por la insuficiencia cardíaca y no es que la fueran a dejar vegetal, sino que le iban a prohibir moverse apenas, con lo cual se iría apagando poco a poco más sola que la una y abandonada, que es lo que menos quería ella, sobre todo con esos toques de locura (divertidos a veces, no lo podemos negar) que le provocaba la demencia senil.
En fin, como casi todo, tiene sus fallos pero a mí me encantó y creo que le gustará a cualquiera que la vea.
Como anécdota, yo la vi un viernes, al final Concha Velasco saludó y parafraseando a Miguel Ríos se alegró de volver a pisar Granada, al tiempo que dio la bienvenida a esta ciudad a su joven compañero que estaba contento y abrumado, fue emocionante.
María, me has dejado intrigada con “Las tres casacas del Marqués de Letoríé”. No había oído hablar nunca de la novela y parece que han hecho una buena adaptación, por lo que comentas. Ahora muchas obras tienen un decorado muy sencillo, ¿verdad? En “Don Juan, el burlador de Sevilla” había tres sillas y poco más, que reubicaban los propios actores, sin embargo al rato ni te dabas cuenta. Ojalá pasen por aquí también.
Ana-Bcn, recuerdo que dijiste que querías verla, esperamos tu crítica cuando la veas mañana.
Vane y Mayte, ver una obra u otra es una auténtica lotería, una pena pero qué le vamos a hacer. Entre la falta de teatros y que no pueden pasar por todos sitios… dan ganas de pasarse por Madrid una vez al mes, ¿eh?
Amalgama, tiene buena pinta “Los chicos de historia”. Es verdad que el tema profesor transgesor y alumnos sedientos de algo diferente está muy usada pero se han hecho cosas interesantes partiendo de esa base y en muchas ocasiones, es más importante el desarrollo y la interpretación que la originalidad del argumento. Me encantaría verla, por cómo la comentas.
“Días de vino y rosas” sí que me gustaría verla. Hace poco estuve sufriendo al ver el largo y difícil proceso de Jack Lemmon en la película. No sé si tú y las demás la habréis visto pero tiene escenas absolutamente desgarradoras, como la del invernadero, que no sé si se habrá reproducido de alguna forma en la versión teatral. No obstante, tiene que ser una experiencia ver a Carmelo Gómez y Silvia Abascal metidos en esta historia.
Cuando veas La abeja reina, dinos qué te ha parecido, es interesante contrastar los distintos puntos de vista.
Yo ahora no tengo ninguna obra a la vista, nos tienen castigados con espectáculos sin el menor interés, así que… ¡a esperar con intriga lo qué vendrá!
Besos y buen sábado
¡Hola en esta noche de sábado-domingo!!
Gemma, acabo de leer tu comentario en la entrada sobre “Amor Platoúnico” y tus palabras me han hecho pensar en que, gracias a dios, hay muchos actores impresionantes dejándose la piel por las tablas de los teatros de toda España, actores de los de verdad, de los que, como tú bien dices, lo dan todo en cada función como si fuera la única...
He llegado hace un rato de volver a “vivir” con José Vicente Moirón la historia de “El hombre almohada” y todavía estoy flotando. Como es muy poco probable que él me esté leyendo, confesaré que he acabado de enamorarme por completo... ;) Si ya me había llegado al alma la primera vez que vi la obra, hoy, desde la segunda fila y sin nadie delante, casi tocando el escenario y pudiendo observar cada gesto, tan auténtico como el actor si no existiera y sólo el personaje fuera real, no tengo palabras para expresar la impresión... ¡Qué actor tan increíble, qué compañero de reparto Luis Mariano López, su hermano en la ficción, qué texto, qué montaje exquisito...! Dios mío, cómo podrá este hombre regresar a este mundo, irse a cenar... ja ja..., como cualquiera... ¡Si es un dios...!!! Diréis que estoy chiflando un poco, y ya no es la primera vez, yo qué le voy a hacer... ¡cuando me da!!
La obra que nos mencionabas el otro día, María del Águila, “Las tres casacas del Marqués de Letorie”, tiene una pinta buenísima y tu interesante comentario me ha despertado la curiosidad por verla. A ver si vienen por aquí.
Estoy de acuerdo en que muchas veces un escenario supersencillo puede ser muy acertado y resultar tan apropiado o más que uno más complejo, pero, creo que ya comenté algo el otro día al respecto, sencillez y modernidad no son lo mismo que cutrez y mal gusto, es obvio, y no entiendo por qué tantas veces el teatro peca desde mi punto de vista de este defecto que es, por otro lado, el más fácil de evitar o corregir. Estoy pensando ahora en concreto en el montaje que vi este viernes, “El desarrollo de la civilización venidera”, de Daniel Veronese. Como sabéis, se trata de una versión personal suya, traspasada a época actual, de “Casa de muñecas” de Ibsen.
A pesar del gran prestigio de Veronese como hombre de teatro y director, que no pongo en duda, reconozco que personalmente la versión no me llegó a emocionar. No encontré los personajes logrados, capaces de captar el interés y la empatía del espectador, ni el desarrollo de la trama convincente. Tampoco creo que el hecho de carecer de música y, lo más chocante, de efectos de iluminación de ningún tipo, ayude: la obra no llega a tal grado de excelsitud como para no echarlos de menos. Lo más extraño de todo, enlazando con lo que mencionaba antes, son dos cosas: el toque tan vulgar que el vestuario da a los personajes, que no me parece se corresponda con la imagen que deberían dar de acuerdo a sus ideas y clase social, y la absoluta cutrez de la sala de estar que se recrea sobre el escenario y en la que transcurre toda la historia. Si tanta falta hacen las puertas físicas (para abrirlas y cerrarlas continuamente, con llave y sin ella, dar porrazos, portazos...), pon unas puertas de una casa normal, y no que parezcan de formica; si hay que sentarse en torno a una mesa con sillas, éstas no pueden parecer las de una terraza de merendero de verano... ¿Cómo puede uno imaginarse que entre esas tres paredes transcurre la vida de una familia de un a-punto-de-ser-nombrado director de banco? “Cuarta Pared” consiguió el otro día recrear el ambiente perfecto del salón de un hogar con decoración navideña usando láminas de papel, rotuladores, una mesa, unas sillas y el necesario ingenio; en “Arizona” bastaron unos metros de césped artificial, un dibujo en la pared de atrás como horizonte, un cáctus y una mesa y dos sillas de camping.
Para mi un montaje escénico que se haga valer no puede presentarse con una escenografía tan pobre, desangelada y poco apropiada al contenido de la obra como la que Veronese está utilizando.
CONTINÚA (raro que fuera tan corto)
Os hablaba de la escenografía de “El desarrollo de la civilización venidera”, de Veronese. Viene firmada por Ariel Vaccaro y el programa aclaraba que es adaptación de la de “Budín inglés”, de Mariana Chaud.
Como me dejó bastante intrigada este aspecto del montaje, estuve investigando un poco por internet ayer de noche. Os reproduzco la explicación de Veronese al respecto, que vienen a coincidir con la que yo me imaginé el director daría para justificar su puesta en escena: “Me gusta hacer una obra con una escenografía que no fue concebida especialmente para ella. Tal vez sea un ataque adolescente que me agarra, una especie de juego que me planteo para saber si puedo salir airoso. Me interesa privilegiar la actuación sobre lo escenográfico. Y me doy cuenta de que los actores brillan cuando trabajan con algo que puede resultarles incómodo, que les puede traer algún problema técnico. (...) La escenografía que usamos es la de otra obra, Budín inglés. Ya había hecho lo mismo cuando estrené Teatro para pájaros. (...) Pero también hay algo ideológico en todo esto: aquí no hay demasiadas posibilidades de producción, no hay muchos subsidios, así que todos ponemos plata y vamos tapando huecos. Eso permite la producción de espectáculos que tienen una sangre y un color que uno no ve en otros lados.”
Yo la verdad no sé qué decir. Puede que a los intérpretes el entorno les resulte excesivamente incómodo y, como a los espectadores, poco inspirador. Ahí puede estar una de las razones por las cuales ni la actuación ni la historia logran brillar del todo.
Gracias por tus crítica sobre “Días de vino y rosas” y “Los chicos de Historia”, Amalgama. Es muy interesante poder compartir puntos de vista. La primera la veré este martes y voy convencida de que me va a encantar, creo que sí. La película tengo ganas de verla, pero lo haré ya después, para comparar ambas versiones, que es otra cosa apasionante (me fijaré en las escenas que nos comentas, Charlotte).
De “Los chicos de Historia” ya comenté hace un par de meses alguna cosilla y coincido en lo que mencionas sobre el tema que trata, ya bastante visto. No sé si recordáis que a mi la historia me produjo verdadero rechazo. Los personajes me parecieron títeres sin personalidad y el mensaje... pues no sabría decir cuál era, porque los dos profesores principales me resultaron cargantes y poco dignos de merecer la admiración de nadie, ni profesionalmente ni, lo que es más grave, moralmente.
Ya sé que soy un bicho pero, por ejemplo, la “clase” de francés me resultó cualquier cosa menos graciosa, además de excesivamente larga, especialmente para quien no sabe nada de nada del idioma. No sé, es que no vi lograda esa especie de mezcla entre musical de segunda clase con obra seria, pues son dos planteamientos teatrales muy distintos.
Tengo encargado el libro de Alan Bennett, porque no me explico que esta obra haya salido de su pluma. Hasta ahora lo poco que conocía suyo me había gustado –estoy empezando ahora “The Uncommon Reader” y bien de momento, ya no me fío–, el guión de “Prick Up your Ears” me pareció muy bien llevado, en fin... cuando lea “The History Boys” ya os comentaré. Me gustaría ver otra vez la versión de Pou para poder fijarme más en todo, pero no sé si volverán. La película tampoco la he visto todavía.
Yo también espero vuestras críticas de “La abeja reina” y “La vida por delante”, Amalgama y Ana-Bcnn (si podéis, claro).
Bueno, a ver si nos llegan pronto las “buenas nuevas” sobre “Amor Platoúnico”, que con toda seguridad las hay.
Besos y que paséis un buen domingo: Ana Carmen
¡¡Espectacular “La vida por delante”, sin duda alguna!!
Después de tanto tiempo, ayer por fin la vi en el Auditori de Granollers, y es que resulta que cuando estuvieron en Barcelona capital lo fui dejando pasar y cuando me desperté ya era tarde; todas las entradas estaban vendidas.
Me ha gustado muchísimo la mezcla de sentimientos que hace entre humor y tristeza, así como la reflexión sobre temas actuales como la religión, la necesidad de compañía, la tolerancia, la soledad y también la eutanasia.
Grandísima actuación de Concha y también de Rubén, que pese a que no le conocía, me sorprendió positivamente. Ha sido todo un lujo poder ver a Concha Velasco en las tablas y en directo, una experiencia inolvidable.
En cuanto a las preguntas que habéis planteado en comentarios anteriores, respeto al acento de Momo, a él lo trajeron a la pensión de Madame Rosa con cuatro años, así pues, yo deduzco que hablaba árabe y al cambiar al francés (aunque ellos hablen en español, recordemos que la acción se sitúa en Paris) el acento suena así de extraño.
En cuanto a lo del tratamiento en el hospital, opino igual que Charlotte, si la ingresaban la dejarían sin moverse en una cama y no podría hacer nada, ni siquiera en los momentos de lucidez y al final terminaría muriendo. Por esto ella prefería permanecer en casa.
Es cierto que Momo tiene un carácter y un comportamiento, a veces, excesivamente pueril, pero opino que eso está hecho intencionadamente ya que Madame Rosa quería que siempre fuese un niño para que así no se separase de ella, de ahí que le diga que tiene catorce años en vez de diecisiete.
Como único aspecto negativo de la obra debo decir que la aparición personaje Youssef Kadir, padre de Momo, me pareció una actuación de “relleno”. Un personaje secundario cuya trama fue totalmente intranscendente y, bajo mi punto de vista, podrían haber prescindido de ella. La aparición del Doctor Katz me resultó cuanto menos graciosa en algunos momentos, a pesar de que también la vi un poco absurda, pero todavía tenía algún sentido ya que era a quién avisaba Madame Rosa para que visitase a Momo y siempre le acababa recetando a ella tranquilizantes.
Por todo lo demás, la obra me pareció espectacular, tal y como he expresado al inicio de mi comentario. Fue, más o menos, tal y como la esperaba y no me ha defraudado. Sin duda alguna, os la recomiendo.
Hola chic@s:
Hablando de teatro sólo comentar que últimamente he visto "Don Juan. Tirso. Molière. Zorrilla", de Producciones Imperdibles, un espectáculo en el que José María Roca trabaja con los textos de los tres autores conjungándolos de tal modo que puede verse representada la parte más característica del mito de Don Juan en la obra de cada uno de ellos, diviéndose en tres partes bien definidas. En la primera se nos presenta el carácter de Don Juan en el que cada autor hace más énfasis, desafiante y conquistador en Zorilla, como lo demuestra su apuesta con Don Luís. Claramente burlador en el Don Juan de Tirso en su engaño a Isabela, y como perpetuo conquistador en Molière.
La segunda parte refleja la seducción y el encanto que Don Juan ejerce en las mujeres en la obra de los tres autores, con los distintos matices que cada cual sabe distinguir su personaje aún tratando el mismo mito.
La tercera es el modo en que Don Juan enfrenta la muerte para cada autor. Fácilmente se aprecia que en este caso la obra de Zorrilla es la más compleja ya que el personaje aunque muere, como tod@s sabemos, consigue salvarse gracias a su amor por Dª Inés y a su consiguiente arrepentimiento.
Pienso desde luego que para disfrutar al máximo de esta puesta en escena es más que conveniente conocer lo más a fondo posible el Don Juan de cada uno de estos autores, ya que a lo largo de la función están entremezclados, si bien desde el principio queda definida la idiosincrasia de este personaje para Tirso, Zorrilla o Molière.
Como venimos contando por aquí también en esta ocasión el montaje es sencillo, y en este caso se presenta apoyado por algunas proyecciones sobre una pantalla que a modo de decorado de fondo preside toda la representación que ayuda a ponernos en situación, según la ocasión, y al que acompaña música en directo según las escenas. Por cierto, que hasta ahora nada he dicho, muy bien interpretada esta pieza, más aún teniendo en cuenta el cambio de registro, según el autor que se esté representando, y muy bien declamado el verso.
Aquí se puede ver una muestra:http://www.youtube.com/
watch?v=SnKvU7oCsUw
En fín, este es el "Don Juan" que he podido ver en estas fechas, otrora bien donjuanescas y ahora bastante más 'halloweenianas'.
Un beso. María del Aguila.
Ana, pásate por la entrada Bases de participación, pero asegúrate de estar sentada :)
Sobre lo que comentas de “El desarrollo de la civilización venidera”... creo que algunos creen que siendo raros ganan calidad y digo raros porque prescindir de una puesta en escena que cumpla con su cometido, de la música o de la iluminación sin tener una base lo suficientemente buena como para no necesitarlos, es señal de que o quieren experimentar para descolocar y provocar reacciones en el público o que quizás, como tú dices, por simple mal gusto (¿ataque adolescente?).
No olvides dejar tu impresión sobre “Días de vino y rosas” película cuando la veas. Comprobarás el abanico de registros de Jack Lemmon que era cómico pero cuando se ponía dramático, encogía las entrañas.
Ana-Bcn, estaba segura de que te gustaría “La vida por delante”, me alegro. Está claro que tiene puntos negativos, pero vale la pena verla.
Qué interesante la idea de juntar en la misma obra las tres versiones de Don Juan, María. Echando un vistazo al video tiene buena pinta. Si pasa por aquí, seguiré tu recomendación de tener al día las tres versiones para distinguirlas y compararlas mejor. Gracias.
Hola:
Estoy intentando mandar unas líneas sin que me salga un mensaje de error. Probé varias veces a enviar el mismo mensaje y no lo conseguí. Me pasa desde ayer, desde el lunes en realidad no ha funcionado muy bien, y no sé a qué se debe.
Como hoy no hay ningún comentario nuevo, no sé tampoco si es algo que tiene que ver con mi cuenta personal o un problema de otro tipo. Pruebo por última vez a ver qué pasa.
Ciao: Ana Carmen
No sabemos si hay más gente con los problemas que está teniendo Ana Carmen. Si es así, debe ser algo de blogger, que no hemos averiguado por ahora.
Yo he probado con una dirección particular y funcionaba, así que seguid intentándolo y disculpad las molestias.
¡Hola!! Creo que el último comentario que escribí e intenté mandar tres veces sin conseguirlo ya está un poco caducado, así que lo dejaré por ahí perdido en la blogosfera. Mencionaba entre otras cosas el “Don Giovanni” de Mozart que iba a ver el jueves (o sea, ayer) y ya he ido y flipado con la divina puesta en escena de Alfred Kirchner (menos mal que de vez en cuando la escenografía y el vestuario ensalzan la belleza de la parte musical en vez de hundirla, que es lo más de moda últimamente). Ya os iré contando estos días, junto a lo que vaya surgiendo, mis impresiones sobre “Non Solum”, que era de lo que os hablaba el otro día fundamentalmente.
Pruebo a mandaros ahora unas líneas sobre “Días de vino y rosas”, a ver si consigo que os lleguen.
Os comentaba en el otro mensaje que por fin la vi el martes pasado en Avilés. Como sabéis, Carmelo Gómez y Silvia Abascal dirigidos por Tamzin Townsend.
Salí con la certeza de que tenía que ver la película de Jack Lemmon que nos recomienda Charlotte, porque la pieza teatral no me llegó a calar del todo.
No le puedo reprochar gran cosa porque absolutamente todo estaba cuidado y perfecto. Sin embargo, me ocurrió algo similar a lo que Amalgama cuenta y la historia no me resultó lo sobrecogedora que podría ser dada la dureza del tema que trata: el alcoholismo que se apodera de la voluntad de las personas hasta arrebatarles cuanto tienen, amor, familia, la fuerza para salir a flote y la propia dignidad.
Por supuesto os la recomiendo, porque sin apasionarme ni resultarme especialmente emocionante me ha parecido una obra que plantea un tema interesante, con una correcta puesta en escena y un buen trabajo de la pareja protagonista, Abascal y Gómez, dos actores con mucha personalidad a los que me gusta ver en cualquier trabajo que hacen–no sé si os pasará igual.
Este martes precisamente vi “Agallas” en el cine, con Carmelo Gómez junto a Hugo Silva, dirigidos por Samuel Martín Mateos y Andrés Luque Pérez. Un thriller con humor negro, ritmo trepidante y personajes sin escrúpulos. Carmelo Gómez siempre saca partido a cuanto hace. Una película de este año que, sin destacar, es un ejemplo de la gran cantidad de cine español con calidad más que aceptable que está creándose en nuestro país.
“Amor Platoúnico” se ve que ha gustado mucho en Mérida y en Zamora, como nos habéis contado en vuestros comentarios algunas de las espectadoras con suerte y mucho interés que habéis estado allí. No se podía esperar menos, ¿a que no? ¡A ver si hay pronto nuevas oportunidades de conocer a Gozálvez y sus colegas!
Bueno, un beso y hasta pronto: Ana Carmen
¿Cómo va el weekend? Os hablo un poco sobre “Non Solum”, que hoy sábado tengo cita con “El Caballero de Olmedo” de El Corsario y tendré luego que contaros algo, digo yo...
Como os decía “Non Solum” se estrenó en español el sábado pasado en el Palacio Valdés. Lleva meses con un enorme éxito y también aquí el público respondió muy bien, bravos y aplausos sentidos. ¡Me imagino que Sergi y Picó respirarían tranquilos!
El montaje es sencillísimo en todos los sentidos, sólo un juego elemental de luces, un cajón como tarima a lo speakers´ corner y ya... Sergi con un traje de chaqueta (y ya al final unas gafas de plástico) transformándose en varios personajes, cada vez más y más, que parecen estar realmente allí... Nos parece estar viéndole en distintos ángulos del escenario, hablando por la boca de varias personas a la vez, cuando en realidad está en escena más solo que la una. Todo esto tiene que ser realmente dificilísimo de conseguir con la precisión y seguridad que él lo hace, dueño por completo de la escena de principio a fin, y dejando, según ha explicado, un considerable espacio a la improvisación.
Como buen discípulo de Jacques Lecoq y dirigido por otro gran experto en la materia, Jorge Picó, Sergi hace despliegue de sus dotes como actor sin artificios, él a solas con un personaje que se multiplica y muestra las mil caras de un montón de hombres (y mujeres, y extraterrestres...) distintos, diferenciados por pequeñas o grandes cosas pero paradójicamente, como el “solo” nos deja claro desde el comienzo de la obra, iguales...
Os parecerá un argumento raro, porque ni siquiera hay una trama o historia. La idea es una creación original de ambos, López y Picó. Yo lo veo como un espectáculo teatral muy peculiar, original aunque tenga reminiscencias de Pirandello o Groucho Marx –como la crítica local ha recordado–, que te hace reír y a la vez reflexionar acerca de la condición humana.
Además de impecable en presentación y actuación, “Non Solum” me pareció muy entretenida –quizás excesivamente larga, sin justificación para algunas ideas recurrentes. Divertida, aunque sólo por segundos desternillante, y mordaz con respecto a algunos aspectos de la sociedad y política actuales. Algo desigual en cuanto al ingenio del que hacen gala algunos pasajes mientras que otros retoman ideas ya expuestas anteriormente sin aportar nada nuevo. Los chistes bastante pobres y manidos algunos, junto a pinceladas de humor mucho más inteligente.
SIGUE
CONTINUACIÓN
"Non Solum" me resultó sobre todo chocante y desconcertante: por la incoherencia que se percibe como intencionada, porque los personajes y escenas se suceden sin aparente lógica espacial o temporal... Y no obstante es como si un hilo invisible los uniera...
Ahora viene el habitual “pero”, que es una impresión muy personal, está claro que todos tenemos nuestras preferencias. A mí realmente me ha gustado como clase magistral de profesionalidad y saber hacer por parte de Sergi y Picó, pero, con todo el valor y mérito que le reconozco, la verdad es que me ha dejado bastante indiferente. Ya me pasó algo similar con “Piedras en los bolsillos”, con un enfoque teatral similar aunque también diferencias (allí los actores eran dos, la historia tenía un argumento convencional y, en mi modesta opinión, no estaba tan bien narrada como para enganchar). Sin embargo no es el planteamiento desde el teatro físico lo que no me convence, pues las pocas compañías que he visto trabajar de esta manera me han llamado la atención. En especial me gustaron los dos actores de Tizina, de los que ya os he hablado: escriben y montan sus propias obras que, a mi juicio, son realmente ingeniosas e interesantes.
Supongo que “Non Solum” no es el tipo de espectáculo teatral que más me atrae, simplemente. Reitero mi respeto por Jorge Picó, que sabe muy bien lo que dirige, y por Sergi López, que ha conseguido que casi me olvide de sus peripecias por Tokio de la mano de Coixet. Me quedo con el Sergi López del sábado, sin duda.
Seguiré con las “crónicas” en otro momento. Ciao: Ana Carmen
Hola a tod@s:
Hoy he leído que, en la X edición del Salón Internacional del libro Teatral que se ha estado celebrando del 25 al 28 de Noviembre en Madrid, entre otras actividades estaba programada la participación de Miguel en dos lecturas dramatizadas, las cuales habrían tenido lugar ayer día 27, concretamente están serían: "Me crecen los enanos" de Cristina Martos, junto a Marisol Rolandi y "Digna indignidad" de Fernando Almensa, en esta ocasión junto a Fernando Chinarro y Luís Hostalot.
Por cierto que José Vicente Moirón también he leído que participó en una de estas lecturas dramatizadas, en este caso en "La controversia del toro y del torero".
Me parece algo estupendo poder disfrutar de este derroche de teatralidad a este nivel, ¡Qué lástima no estar en Madrid!.
En este enlace se puede leer más información sobre este tema, http://www.todosalteatro.com/2009/11/x-salon-internacional-del-libro-teatral-en-madrid/.
Me pregunto si alguien puede aportar más información de primera mano. Nos seguimos leyendo.
Un beso. María del Aguila.
¡Hola!
María, ¡todo lo que nos perdemos!! ¡Ya quisiera yo haber estado allí!
Como te puedes imaginar, he estado leyendo sobre el Salón Internacional del Libro Teatral organizado por la Asociación de Autores de Teatro y que en esta X Edición tuvo lugar en Madrid, en la estación de metro de Nuevos Ministerios. Yo que estaba tan contenta con el teatro que vi estos días aquí, ya me ha sabido a poco al saber de estas lecturas dramatizadas que me imagino cómo habrán sido de impresionantes con semejante categoría de intérpretes, directores y autores.
Veo en el programa que Miguel participó en tres lecturas; aparte de las dos que mencionas, María, también en “Posesiones”, de Carmen Pombero, dirigida no me cabe duda que impecablemente, como todo lo que hace, por Denis Rafter, y junto a Marisol Rolandi, Fernando Chinarro y Ángeles Martín, a quien por cierto tengo locas ganas de ver en teatro.
En cuanto a mi admirado José Vicente Moirón, he leído que participó el día 25 en “La controversia del toro y el torero”, como nos indicaba María, junto a Pedro Miguel Martínez, dirigidos también por Denis Rafter. La obra tiene por autor a Albert Boadella, que recibió de la Asociación el nombramiento de Socio de Honor.
En fin, que os contaré sobre el teatro que vi este finde para consolarme...
El viernes vi “Fin de partida” en el Palacio Valdés, montaje de la compañía asturiana Barataria. Había leído la obra de Samuel Beckett, pero no la había visto nunca en escena y ya el otro día me había llamado la atención en La Mandrágora una escena que dieron sobre una versión que no recuerdo de dónde procedía (los decrépitos padres de Hamm asomando la cabeza de los cubos de basura donde viven, mientras él los observa desde su silla de inválido), y resulta que de pronto me encuentro que la estrena esta compañía asturiana, así que allá fui. La interpretación y la puesta en escena fue bastante buena, así que disfruté bastante con el absurdo y desesperanza llevados al límite de “Fin de partida”. Beckett me gusta. Sin embargo no creáis que tuvo buena acogida, frialdad a tope extraña en un estreno de compañía de Asturias, donde siempre hay amigos, colegas, familiares... Si no he leído mal, Teatro de La Abadía está preparando una versión de la obra para la primavera, con José Luis Gómez al frente. Cruzo dedos a ver si vienen por aquí...
Si vísteis La Mandrágora este viernes pasado, dio la casualidad de que hablaron de “Krapp´s Last Tape”, la tercera obra más popular de Beckett junto a la anterior y “Esperando a Godot”. Fue muy curioso el reportaje, pues el actor que la ha traído al Festival de Otoño de Madrid (en inglés con subtítulos), Rick Cluchey, recluso de San Quintín condenado a cadena perpetua, consiguió la libertad condicional gracias a su dedicación a la actividad teatral y lleva desde 1962 representando la obra. Las cintas grabadas que Cluchey escucha en la obra contienen su propia voz, fragmentos trabajando en su juventud bajo la dirección del propio Beckett, con el que había entablado entonces una relación profesional y de amistad. Os dejo un enlace por si hay curiosidad http://www.madrid.org/fo/2009/es/fichas/teatro/Krapp.html (tenéis el reportaje en La Mandrágora, y también escenas en ytube). Otra obra que me hubiera encantado ver, pero, además del problema de estar lejos, a veces me entero de las cosas cuando ya han pasado.
(SIGO en la próxima entrada)
La otra obra que vi, el sábado, dentro de la selecta a más no poder programación del Nuevo Teatro de La Felguera, fue “El caballero de Olmedo”. Magnífico todo, cuidadísima puesta en escena y vestuario, perfecta iluminación, estupendos actores, increíbles voces de bello timbre, sonoridad y dicción perfectas (por algo son de Valladolid, ja ja). Y el verso sonaba a gloria.
En mi opinión han sacado el máximo partido de la obra y todos los elementos que configuran la historia: las diferencias sociales, el cainismo y la traición, la identidad rural castellana, la simbología del ruedo y el toro, el destino trágico y sangriento que amenaza a los personajes desde que comienza la obra, los paralelismos con “La Celestina”... Me ha gustado mucho ver la obra también por eso de que fue uno de los títulos olvidados de Lope que Lorca sacó a la luz y pasó a formar parte del repertorio inicial de La Barraca (desde luego la tragedia que se cierne sobre El Caballero de Olmedo hace pensar en los dramas de Lorca).
Un guitarrista acompaña algunas escenas junto a los actores, que se encargan de ir cambiando a la vista del público la adusta decoración, que tan bien identifica a la Castilla rural de la época, para marcar los diferentes espacios y tiempos: mesas y bancos pintados de gris, paredes simulando a un ruedo hecho con tablones de madera, un bosque de árboles de esparto.
Hay que ver lo bien que lo hacen todo El Corsario, sean títeres (¡alucinantes, ya os lo he comentado!) o teatro. Ya es la segunda vez que vienen a La Felguera este año, da gusto.
María del Águila, muy original el Don Juan del que nos hablabas el otro día. Veo que es una compañía sevillana. Y tienen un nombre con mucho gancho, por eso de “imperdibles”. Tomo nota. Aquí llegan pocas compañías del sur más que el Centro Andaluz de Teatro -“imperdibles”, desde luego. A ver si nos llega pronto algún Lorca de esos suyos sobrecogedores. Ojalá dentro del país hubiera más movilidad entre compañías y les fuera más fácil llevar sus producciones a otras provincias. Lo que es en Asturias, hoy día es prácticamente imposible y casi ningún montaje tiene oportunidad de salir.
Este año creo que no se ha representado Don Juan alguno por aquí, salvo la ópera, pero con casi un mes de retraso. Era una tradición que es una pena que se vaya perdiendo, también a mí me lo parece. Tampoco es que el Halloween cuaje mucho, y eso a pesar de las raíces celtas...
Bueno, guajes, un besín:
Ana Carmen
PD. Charlotte: estaba sentada ;) ... menos mal.
Menos mal que se solucionaron los problemas para escribir, Ana. Y menos mal que estabas sentada el otro día, jaja.
Parece que "Días de vino y rosas" no está siendo todo lo buena que nos gustaría, espero poder opinar yo también sobre ella (cruzo los dedos porque se pasen por aquí), entre otras cosas porque yo también pertenezco a quienes disfrutan viendo a Carmelo Gómez y a Silvia Abascal, hagan lo que hagan.
¿Has visto la película al final?
"Non Solum" tiene pinta de ser una obra que guste a sólo el 10% del público que vaya a verlo, aunque sea interesante en varios aspectos, aunque supongo que vale la pena sólo por volver a darle una oportunidad a Sergi López, ¿no? jaja. Yo no he llegado a ver Mapa de los sonidos de Tokio, ¡a este paso voy a ser una nostálgica del buen cine de Coixet!
Ana, a este paso puedes hacer tu versión de wikipedia sobre teatro, ¡qué barbaridad! ¡quién pudiera! :)
María, efectivamente Miguel participó el viernes pasado en el X Salón Internacional del Libro Teatral. No lo he puesto aún en Noticias porque estamos en fase de preparación de info y material, ya os avisaré cuando esté listo, os va a gustar mucho.
De Madrid... ¡mejor no hablamos! ¡Cómo duele leer noticias de todo tipo de eventos y no poder ir siempre que se quiera!
¡Hola! Dos palabras (serán cuatro, bueno):
Más que nada saludaros. No hay muchas novedades por aquí.
He visto “Ágora” por fin en el cine –comparto las opiniones que habíais dejado hace algún tiempo– y “El deseo de ser piel roja” en casa en dvd por segunda vez, y me ha vuelto a encantar. Ya os cuento algo más un día de estos.
No creáis, “Non Solum” parece que gustó más en general de lo que me gustó a mi. Supongo que más que por la obra en sí, fue una respuesta en reconocimiento al trabajo como actor de Sergi López, y también puede haber influido que es un montaje que llega con bastante publicidad y muy buenas críticas a sus espaldas.
Jueves y viernes tengo sesión de Tolcachir y Timbre 4 en Xixón y Avilés respectivamente. Esto está genial, porque aparte de disfrutar con el teatro recorro la geografía asturiana, je je... Tengo unas ganas de ver a los Coleman y “Tercer Cuerpo” después de todo lo que nos contó Miguel... Ya os comentaré.
A Ramón Langa lo vi el año pasado en “Aquí un amigo”, clásica comedia del teatro francés de Francis Veber, junto a Jaime Blanch. Increíble voz la de Langa ¡aayns...! Aunque la obra era poco más que un pasatiempo tenía muy buenos golpes y la interpretación de ambos fue genial, los dos perfectos en sus papeles de asesino a sueldo y marido desesperado a punto de suicidarse por amor, que cruzan sus vidas muy a su pesar en un principio para acabar haciéndose inseparables. Siempre me ha gustado Jaime Blanch, en la tele y en teatro. Lo vi también en la zarzuela “Los Claveles” junto a su mujer, Marta Puig -entonces no sabía que lo era-, y es que lo bordaron, tengo muy buen recuerdo, pero no lo vi como el Inspector Truscott de “El Botín”, dirigido por Jesús Cracio hace ya años, en el 97, que ya me hubiera gustado... Parece que las críticas no lo alabaron demasiado en el papel –he leído alguna en internet-, pero quién sabe...
De todas maneras, está claro que el mejor “Botín” hasta la fecha está por llegar... ;)
Aguardamos las noticias sobre el X Salón Internacional del Libro Teatral con muchas ganas, desde luego, Charlotte. Estupendo contar con vosotros, que nos ponéis la información al alcance de la mano. Gracias.
Un abrazo y hasta pronto: Ana Carmen
PD. Charlotte, sigo teniendo problemas para publicar, pero de momento voy tirando. A ver si no se tuerce demasiado, porque lo que pasa sigue siendo una incógnita.
Buenas tardes:
¡Ay, Charlotte!, muchas gracias por tu información y por facilitarnos poder acceder a tantas "cositas", :), ya estoy deseando disfrutar de ese "regalito" que nos anuncias.
Un beso. María del Aguila.
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