miércoles, 6 de febrero de 2013

Los reyes de la risa

Mientras La familia de Pascual Duarte sigue de gira, Miguel (Travis Henderson) se encuentra aún más inmerso en el teatro y uno de sus últimos trabajos ha consistido en traducir y versionar The sunshine boys, un exitoso texto de Neil Simon, que está transformándose en una divertida obra y que pronto podremos disfrutar, esta vez dirigida por Juan José Afonso y protagonizada por Joaquín Kremel y Javier Gurruchaga.

Y Miguel nos lo cuenta así: 

Tan Simon... 

“The Sunshine Boys” se estrenó en Broadway el 18 de diciembre de 1972, en el Broadhurst Theatre, dirigida por Alan Arkin (le recordarán ustedes como el rebelde e impertinente abuelo de “Pequeña Miss Sunshine”) e interpretada por Sam Levene y Jack Albertson. Acabó su recorrido en abril del 74, tras 538 representaciones y alguna que otra sustitución. Desde entonces, se ha seguido representando a razón de un éxito por década: pasando por los 90 con una versión televisiva protagonizada por Woody Allen, Peter Falk y una joven Sarah Jessica Parker y llegando a la actualidad (estrenada el 27 de abril de 2012) de manos de ese pequeño gran hombre llamado Danny De Vito. 

¿Cómo se hace? ¿Cómo se hace para que algo escrito hace 40 años siga teniendo gracia a través de las generaciones? Si yo lo supiera... Neil Simon tiene el mismo don que los buenos y viejos compositores de jazz, los Gershwin, los Rodgers y Hart... tiene estructura. Tiene esquinas. Tiene fronteras a un lado y al otro de la comedia, en las que te puedes refugiar para poder enloquecer un rato a modo de “solo” pero saber en qué compás volver a conjuntar con el resto de la orquesta. 

Y tiene temas que tratar... pero, como espectador, no te das cuenta. Te estás riendo con lo que parece no una obra ordenada sino un vuelo acrobático y de improbable aterrizaje cuando, de repente, vienen a tu mente esos temas que te preocupan en 2013 y que preocupaban también al espectador de 1972: ¿Es posible la amistad sincera? El éxito... ¿cuánto tiempo se puede mantener? ¿Hay que luchar hasta el final de tu vida contra la decadencia o saber cuándo debes retirarte al anonimato? 

¿Es el rencor una forma de esclavitud? ¿Es una forma de amor? Son temas casi “shakespirianos” y, sin embargo, nuestro Simon te imbuye en ellos a través de lo cotidiano, de un sarcasmo con el que desayunamos en este país cada día en pos de una supervivencia moral cada día más difícil. 

Desde una pluma Americana, nos llega una inmersión terrible, cínica y divertida en un tema que resulta de plena actualidad europea y española: la decadencia. 

Y como españoles, nos ha parecido inevitable identificar a aquellos REYES DE LA RISA (la eterna pareja de cómicos como Dean Martin y Jerry Lewis) con los nuestros: Esteso y Pajares, Cruz y Raya, Martes y 13... Tan cercano como universal. Tan Simon. 

Miguel Hermoso Arnao



Más información en la web.

jueves, 31 de enero de 2013

No es país para pobres

Un nuevo país. El mismo que compusieron los romanos con tres provincias (Tarraconensis, Lusitania y Baetica) comunicadas con Roma. El que invadieron visigodos y suevos. El que se apropiaron árabes que entonces representaban la civilización más avanzada en términos de agricultura y matemáticas. El que reconquistaron Pelayo, Viriato, Alfonso X el sabio y los Reyes Católicos para un intolerante cristianismo (muy alejado de Cristo) que expulsó a judíos y moriscos sin tener en cuenta que para purificar la raza debería habernos expulsado a todos. 

Haber dejado la tierra yerma y sin habitantes. 
Haber dejado a esas ardillas que antes podían cruzar la península de rama en rama… y que ahora podrían cruzarla saltando de funcionario en funcionario. 

Buena idea la de las autonomías en su gestación. Un federalismo ibérico. Buena idea. Se jodió. No hemos educado demócratas. Hemos creado egoístas. ¿País? 
Un país de casas vacías y personas sin casa. 
Un país de pobres con sueldo miserable. 
Un país de parados con un subsidio que impide que se conviertan en criminales los millones de pobres desesperados que rebuscan en los cubos de basura del Mercadona. ¿Hasta cuándo será viable? ¿Cuánto hay en la caja? 

¿La política se desarrolla en el Congreso? No. Se desarrolla en la casa de la abuela. 
¿Los presupuestos generales tienen en cuenta que la abuela mantiene al resto de la familia? ¿Señores diputados: tienen abuela?
La abuela es la única tiene la casa en propiedad. Los nietos, los sobrinos, los hijos han perdido el poder adquisitivo mínimo para responder a sus obligaciones hipotecarias o rentistas. Mejor gastar los 800 euros de tu sueldo-de-mierda en apoyar a la familia que en pagar una hipoteca imposible o un alquiler improbable. ¿Verdad? 

Disuelvan el parlamento. 
Vayan al banco de alimentos. 
Disuelvan los partidos políticos. 
Vayan a la cola del INEM los subsecretarios y los miembros de fundación FAES y fundación IDEAS. ¿Quieren estar cerca del “pueblo”? ¡Únanse a él! ¡Vengan! 
Vénganse a vivir con mi abuela.

martes, 29 de enero de 2013

Prescindir del viento

Hubo luz
Hubo luz y después hubo pinza
Hubo maldición
Y hubo refugio en sábanas.

Y luego vino el terror
a perder
que convierte a los héroes en conejos
que convierte a las diosas en grillos.

Y entonces
prudentemente
es cuando decides volver a ser humano
a la triste y sobria oficina de tu alma
a sellar los sentidos certificados
a prescindir...

De las caricias
De las piernas tersas
Entrelazadas entre las tuyas
Prescindir de la pradera
Prescindir del viento
Prescindir del dolor.

Como Kafka diría
prescindir de la cabeza y del caballo...

Yo, como Kafka, prescindiría de una vida
a cambio de 15 minutos de eternidad.

Miguel Hermoso Arnao


Jean-Françoise Millet - La ráfaga de viento