jueves, 30 de julio de 2009


Los misterios de Laura

Tal y como se plantea hoy día la permanencia de un programa o de una serie en televisión, supone toda una proeza sacar adelante nuevos productos con un mínimo de calidad. No tenemos menos mérito los espectadores, ya que nos aventuramos a darles votos de confianza que, en muchas ocasiones, caen en saco roto porque dichos productos son suprimidos de la programación si sus índices de audiencia no cumplen rápidamente las expectativas de la cadena. Es obvio que todas las partes implicadas deben obtener beneficios pero si una serie de televisión es eliminada de repente, tras numerosos cambios de día y hora, y los espectadores ni siquiera podemos quejarnos, nos prometemos a nosotros mismos no volver a caer. No obstante, una elaborada promoción o un buen elenco son imanes difíciles de resistir, por lo que seguimos corriendo el riesgo de dar nuevas oportunidades.

En mi caso, sucedió de nuevo con el estreno, el lunes por la noche, de la serie Los misterios de Laura. María Pujalte encarna a Laura Lebrel, una inspectora de policía recién separada que tiene que compaginar su absorbente trabajo con el cuidado de sus traviesos gemelos. Su carácter dulce y algo excéntrico le hace parecer una ingenua despistada a los ojos de los demás, lo que, junto a su intuición, le otorga grandes ventajas cuando busca pistas e interroga a los sospechosos de los crímenes que investiga, como les ocurría a Jessica Fletcher y a Colombo.
Junto a Laura, trabajan su amigo Martín (Oriol Tarrasón) que no para de meterse en líos, su exmarido Jacobo (Fernando Guillén Cuervo) que quiere volver con ella, la pérfida Lydia (Laura Pamplona) que intentará sabotearla y el joven Cuevas (César Camino) que desea adquirir mayores responsabilidades. Completan el reparto dos singulares vecinas: Maite (Eva Santolaria), aspirante a actriz que le ayuda con los niños y Victoria (Elena Irureta), que intenta evitarlos.

La idea y el guión corren a cargo de Carlos Vila y Javier Holgado, que tuvieron un gran éxito con Motivos personales y Círculo rojo, así que quizás podamos ver el final de Los misterios de Laura, si ésta vale la pena. Por lo pronto, el primer episodio resultó divertido, en general, y sorprendente en lo que a la resolución del caso se refiere. Y siempre gusta ver en acción a actores de la talla de María Pujalte y Fernando Guillén Cuervo.
Esperemos que esta vez haya suerte.

sábado, 18 de julio de 2009


Despedidas

A pesar de que el fin de Yo soy Bea se acerca y de las recientes desapariciones entre las que también deberíamos recordar a Karl Malden por ser un gran actor secundario que trabajó en filmes emblemáticos como “Un tranvía llamado deseo”, “La ley del silencio”, “El hombre de Alcatraz” o “El rostro impenetrable”, el título de esta entrada se debe a la japonesa “Despedidas”, dirigida por Yojiro Takita (Japón, 1955) y ganadora del oscar 2009 a mejor película extranjera.

Un joven violonchelista, Daigo Kobayashi (Masahiro Motoki), se queda sin empleo al disolverse la orquesta en que trabajaba en Tokio y, ante el total convencimiento de que no tiene el suficiente talento como para buscar otra orquesta que le admita, decide volver a su ciudad natal, al noreste de Japón, para comenzar de nuevo junto a su mujer, Mika (Ryoko Hirosue).

Ojeando un periódico, lee un anuncio sobre lo que parece ser una agencia de viajes, así que acude a realizar la entrevista. Shouei Sasaki (Tsutomu Yamazaki), el dueño del negocio, le hace una oferta interesante y no duda en contratarlo sin pedirle el currículum. Daigo descubre pronto que la agencia se encarga de unos viajes un tanto singulares y no se ve capaz de afrontar la situación, hasta que la necesidad obliga. Aún así, se avergüenza del empleo que desempeña y se limita a decirle a su mujer que la agencia organiza ceremonias, sin entrar en detalles.

Con el paso de las estaciones, va acostumbrándose, aunque se muestra introvertido y taciturno, hasta que comienza a comprender el fin de su trabajo y a darse cuenta de que incluso puede ayudar a sus clientes a otro nivel.
Esta nueva situación le hace sentirse orgulloso de su labor, recordar vivencias pasadas aparentemente enterradas que quedaron sin resolver, reencontrarse con su mujer y prepararse para el giro más fuerte que va a dar su vida.

Una historia de amor y muerte, llena de poesía estética y emocional. Una gran banda sonora a cargo del prolífico Joe Hisaishi, liderada por el maravilloso sonido del violonchelo que nos traslada lenta y placenteramente de la melancolía a la esperanza.
Una gran película que no exige ser amante de la cultura japonesa para disfrutarla sin reparos y que evoca nuestros propios recuerdos, sin dejar un rastro amargo tras su paso.

Si deseáis ver una película diferente que os remueva los sentidos y el corazón, con buena música y llena de pequeños detalles, no dudéis en ir a verla.

miércoles, 15 de julio de 2009


Vínculos, Tiempo y Aprendizaje.

Complicado. Complicado resumir tanto. Pero necesario. Son tres años y pico de vida. Son 746 órdenes de trabajo. 773 episodios. 450 personajes. Páginas, y páginas, y páginas... Y gente. Gente que pasó de largo. Gente que se quedó. Unos que estuvieron a disgusto siempre y que trabajaron con desprecio a lo que hacían. Otros que se acoplaron e intentaron hacer con poco, mucho; y de la pobreza ,virtud. Estos valientes y supervivientes son los que pueblan ahora la tierra baldía de "Yo Soy Bea". Un trabajo. ¿Duro? No. Que nadie os engañe, es DIVERTIDO. Lo duro es no tener trabajo, y pocos contratos tienen tanta duración en estos gremios como este que nos ocupa. Un trabajo, vale, sí. Pero cuando te encierras 11 horas diarias con personas en un espacio cerrado en el que se recrea un mundo imaginario para dos millones de televidentes... se acaban creando unos vínculos muy fuertes. En los sectores más técnicos porque sin apoyarse mutuamente sería insufrible el esfuerzo. Entre actores... también es insufrible cuando no consigues conectar con un compañero/a... pero cuando conectas... cuando miras a los ojos y te crees lo que te están diciendo... cuando entonces te olvidas de que eres actor y simplemente te dejas llevar, reaccionando espontáneamente a lo que te provocan... amigos... eso es magia. Y en esta serie me ha sucedido muchas veces. Y eso sí que crea vínculos. Vínculos indelebles. Y uno se acostumbra a vivir cotidianamente con esa motivación de obtener cada día el respeto de tus compañeros. De demostrarles que aprendiste la lección de ayer y que hoy no cometerás el mismo error. Convivir diariamente con el reto de superarte, o si no al menos de intentarlo una vez más... aunque sabes que los medios son precarios, que lo tendrás todo en contra, que no hay tiempo de repetir... ni de fallar... o aciertas o te jodes. Vuelve mañana e inténtalo otra vez. Así es la rutina en una serie diaria. Así es "Yo Soy Bea". Y luego te vas a casa y si quieres te ves... en la tele... y a menudo te horrorizas.... pero luego te sorprendes.... ¡esa vez lo conseguí!...¡eso era lo que quería!....¡ y lo he hecho! ¡Mañana otra vez!
Y así, día tras día. Un entrenamiento, amigos. El que sale de YO SOY BEA sale preparado para soportar el infierno... o para saber apreciar el paraíso. Pero los que hemos salido airosos podemos ir por la vida con unos galones muy grandes cosidos en todo el pecho. Y con una inscripción que dice..."Yo estuve allí. Sé que no hice la mejor serie del mundo, pero sí la más difícil. Y la mantuve a flote casi ochocientos episodios" Ahí queda éso. Vínculos. Camaradas. Hermanos. Gente querida. ¡Costumbres! Gente, rostros, manos y miradas que se han hecho imprescindibles. En vida y oficio. Por eso te preguntas: ¿Podré? ¿Sabré? ¿Sabré levantarme un día sin el incentivo de ver la sonrisa escandalosa de Rocío en la sala de maquillaje? ¿Podré sobrevivir sin el beso tierno y la comprensión entusiasta de Amanda por los pasillos? ¿Cómo me lo monto sin la esperanza de que Esparza entre en mi camerino con un texto lleno de garabatos para revolucionar una escena? ¿Y sin David Arnáiz desentrañando el comportamiento humano con sus imitaciones? ¿Y Aure y su perro despeluchado? ¿Y las carcajadas de Raquel? ¿Y el chorro frío en la cabeza de Carmen Crespillo? ¿Y sin la mirada tranquila de Coki Morillas, sabré actuar sin éso, sin la seguridad que me infunde su voz maternal? Sin la dulzura de Luisa posando sus ojos de gata en tu mejilla y su esponja en tu piel. Sin el sarcasmo fronterizo de Javi Velasco. Sin la presión amistosa de los sufridos Roberto y Txintxu, gente creativa obligada a ser sombra de escurridizos cómicos. Sin la sonrisa pícara de Mario llamándote "chiquitín" y haciéndote entender que va tres jugadas y media por delante de tí. Sin David Kuntz con su sitar y su nihilismo activo. Sin Raquel, Raquel, Raquel Parrón... que se entera de todo y lo comprende todavía más. Sin el sanedrín de la vida que se puede formar en el cuarto de los conductores con Diego, Jose Carlos, Alberto... los acordes de Carlos, el brillante y templado Carlos... y la sabiduría de Tibor... ese corazón tan grande con canas por arriba...
Y si bajamos al piso de abajo son más las incógnitas... porque Maracucho puede enseñarte sobre sonido todo lo que nunca aprendiste con Barrio Sésamo, es decir, la diferencia entre arriba y abajo, que se te oiga o que no, si puedes susurrar o no debes gritar. Grande. Grande como Ángela, uno de los seres más tiernos y a la vez fuertes sobre la tarima terráquea, y cuyo único defecto es ser del Real Madrid (nadie es perfecto). Con Medina he aprendido a moverme frente a una cámara, y a que las emociones tienen ángulos; y con Paul, que la verdad en escena tiene un marco, y que si tú quieres ser la menina, déjale a él ser Velázquez. Ramón Perdiguero ha estado apunto de conseguir que un lerdo fotovoltaico como yo desarrolle sensibilidad a la luz. No es que haya conseguido (el pobre, os juro que puso empeño) convertirme en un fotómetro, pero al menos me siento en primero de esa asignatura que por desgracia y equivocadamente muchos actores pretenden esquivar: la iluminación. Rafa De la Cueva ha sido un maestro conmigo, en paciencia ante mis ataques de inseguridad, y en el tempo de la comedia. Con Luis Arribas aprendes que se le puede sacar humor al diálogo más insulso e informativo. Con Milewicz, que los detalles tienen poder... y que el actor no solo tiene el derecho, sino más bien el deber de proponer e implicarse en la puesta en escena, aunque sea el director quien disponga. Gonzalo Baz fue un ingeniero que nos traía partituras escénicas que , al menos a mí, me ayudaban a actuar seguro de lo que hacía. Ingeniero debería ser Luis López Olivar, el único decorador de España capaz de construir decorados efectivos mientras un equipo graba sin parar... ¡habría que verle operar en condiciones! Y ésto me hace pensar en el pacífico Peter y el temperamental Alberto, consagrados a la imposible misión de que nos respetemos entre equipos para cumplir órdenes de trabajo que cualquier ayudante de dirección en su sano juicio daría por imposibles...¡Qué duro, pero cómo han crecido aquí! Como Román, Álvaro y Bego, que pelean y regatean en la trinchera del día a día por que luzca lo que no tiene brillo. Guerrilleros ellos. Alumnos del gran Javi. Y podría seguir... porque pienso ahora más en los que quedan, pero habría que recordar a los que arrancaron esta locomotora... Mapi Laguna, junto con Mariana Cortés, CREÓ estos personajes que hoy seguimos interpretando y que encandilaron a muchos millones de espectadores y a base de reuniones creativas con Covadonga Espeso, Roberto Goñi y luego con nosotros. Miremos más atrás: Mónica Estarreado, más hermana mía en la realidad que en la ficción, estableció un listón altísimo de profesionalidad del que todos los que empezamos con ella intentamos no bajar. Berta de la Dehesa, Inma Isla, Borja Tous, Carmen Ruiz, Fedra Lorente... establecieron espontáneamente las bases del juego cómico que más tarde todos hemos utilizado. Hubo grandes momentos de Roberto Correcher (uno de los mejores actores que han pasado por aquí) o de Vicente Cuesta en el ámbito de la comedia; y otros tantos en el drama con Alejandro Tous. No olvidaré los duelos de espadachines verbales con Seda ni que Ana Milán nos enseñó el noble arte de la improvisación salvaje en pos de la última frase. Ni olvido el coraje de Patricia y Adróver cuando cogieron el testigo. Fué una gozada verles crecer juntos. Y dejo para el final a la gran gran gran NINES MARTÍN. Me pregunté al verla... ¿Qué demonios hace esta dama del escenario en una serie diaria? La respuesta... fácil: ¡Pasárselo bien! ¡ Conseguir que la gente que actúa con ella entre en su ritmo y se lo pase bien. Y de paso conectar con millones de televidentes.... en fin. Señoras y señores... se acabó el recreo... y hay mucha más gente detrás de esta travesía... gente haciendo horas y horas en la sala de máquinas de realización. Y gente creativa y cojonuda que compone los cachos que les dejamos los demás; como Susi, Paco ,y el gran Manolo en edición, montaje y sonorización... todos concentrados en un polígono de Navalcarnero... y no dejo de olvidarme caras y nombres... ¡Y JEFES!... porque jefes hemos visto pasar constantemente por encima de nuestras cabezas.... unos se han estrellado solos.... otros pasaron a mejor "serie"... pero lo que se dice "currando" hemos mantenido un equipo bastante estable que pienso ha dado cuerpo a esta serie que HOY SE DEJA DE GRABAR, PERO QUE ESPERO SIGÁIS VIENDO EN EMISIÓN HASTA QUE ACABE.
Vínculos. Convivencia. Sentimientos. ¿Sabré trabajar sin ellos? ¿Podré? Francamente, ahora tengo la sensación de que ya no soy nada sin ellos. Sé que pasará. Y que me llevaré este entrenamiento brutal.Este aprendizaje duro y fértil. Esta convivencia dolorosa a veces y maravillosa casi siempre. Suelto el lastre (unos 20 kilos) y me llevo esto conmigo para el siguiente viaje. Y es que si me dejasen... quiero estos marineros, quiero estos capitanes. Porque después de YO SOY BEA son más fuertes y más intrépidos que nadie. Porque son mis amigos. Porque son de los que nunca me dejarían caer. Gracias, hermanos. Gracias.

domingo, 12 de julio de 2009


Fin de trayecto.

A estas alturas ya sabréis todos que Tele5 ha dado orden de concluir "Yo Soy Bea". Son muchos los recuerdos y las emociones que se agolpan. Tres años de trabajo, pero también de convivencia. Como supondréis, quiero escribir una entrada digna de la ocasión, pero necesito ordenar las cosas en mi cabeza. Cuando lo tenga más claro lo haré, pero son muchas las personas a las que mencionar y cosas que recordar para hacerlo a la ligera. Os pido un pelín de paciencia. Todavía quedan tres días de grabación y habrá que apretar hasta el final. Solo quiero avisaros que no ha habido tiempo de preparar un final narrativamente a la altura de una serie de tanto éxito y con tantos seguidores. Hemos grabado un final de emergencia que tiene bastante gracia, pero para resolver las tramas y conflictos habríamos necesitado uno o dos bloques (un par de semanas) y desgraciadamente, T5 no nos ha dado ese margen. Os pido de todos modos que no abandonéis ahora que entramos en la recta final. ¡Gracias a todos por vuestro imprescindible apoyo!

martes, 7 de julio de 2009


OPINIÓN, EXPRESIÓN, LIBERTAD.

Quise manifestar una opinión personal sobre los vaivenes de programación que está efectuando Tele5 porque NO LOS COMPRENDO. Y creo que mi opinión refleja un estupor generalizado de los espectadores de la serie y los que trabajamos para hacerla posible.
En todo momento creo haber dejado claro que NO ME ENFRENTO a una cadena que considero tiene la libertad de hacer con el producto que nosotros entregamos aquello que considere oportuno para sus intereses. Y con la misma libertad que me permite a mí pensar que se equivoca confundiendo a sus propios espectadores, expreso mi asombro. Desde la corrección y el respeto.
De modo que por más que soy consciente de que mis comentarios han molestado a muchos, no tengo la sensación de haber abierto ningún frente ni revuelta, sino un sano debate.
No es una acción desesperada por conservar mi trabajo.
No es el intento de mantener una producción contra viento y marea si es que ésta ya no interesa.
Y sí creo que la audiencia de Yo Soy Bea, aún consciente de que no es una gran superproducción sino más bien un entretenimiento colorido y liviano para la sobremesa, merece un respeto por parte de su cadena amiga. Para que ésta lo siga siendo en el futuro, cuando no se emita YSB.
Pido disculpas si acaso a los posibles ejecutivos de televisión ofendidos.
Pero les recuerdo que éste es un blog desde el que se manifiestan opiniones y reflexiones personales desde la pluralidad, el respeto y la corrección literaria.
Un blog que se precia de fomentar el debate y la crítica, en el que caben todas las opiniones, pero que jamás intenta imponer su criterio ni alimentar incendios.
Gracias.

viernes, 3 de julio de 2009


TELECINCO, DÍGAME?

Con ésta recurrente frase que se nos impregnó a todos en nuestro virginal córtex de televidentes monógamos... entre esguinces oculares por intentar atrapar los pezones de Sabrina y escapadas furtivas del dormitorio en la madrugada para ver el surrealista "¡Ay qué calor!".... así te contestarían en Tele5 hoy en día. Y yo respondo "Oiga, señorita, ¿cómo es que cambian la parrilla todos los días?"... y la operadora me contesta... "Si quiere le pongo en espera de 20 minutos escuchando "It´s hip to be square" de Huey and the news, pero entre usted y yo, señor, o están desesperados...o sencillamente se aburren. "Gracias señorita, agradezco su sinceridad. Y ya que parece usted enterada... ¿Existe alguna posiblidad, por pequeña que sea, de que vuelvan las Mamma Ciccio"? Y ella: "Existe señor, y dadas las circunstancias... me ha parecido oír que se están planteando sustituir el informativo de Hilario Pino por "Teletienda" y emitir CSI a las 6.00 de la madrugada. Los huecos de programación serían rellenados por un reality show que consistiría en la vida de Jorge Javier Vázquez, desde que se despierta hasta que se acuesta, incluso si se va a dormir solo". "Vaya"- contestaría yo- "sí que parece desesperada la situación". De todos modos le advierto que "Salud Mental" planea hacer una redada esta noche por los pasillos de Tele5 y probablemente se lleven unos cuantos ejecutivos al Frenopático de Torrelodones", por si eso le tranquiliza." "¡Qué coño me va a tranquilizar! Yo vivo en Las Rozas, que está al lado." "Lo comprendo señor, me pongo en su lugar. Pero ese tema tendrá que discutirlo con la Comunidad de Madrid". "Lo haré, señorita, no le quepa la menor duda".
Y cuelgo. Y pienso.
Pobres. Están perdidos. No pueden reconocer que por lanzar un producto nuevo, han sacrificado dos viejos que funcionaban. Sin alardes. Pero con una bolsa segura de seguidores.
Nadie sabe lo que va a pasar en Yo Soy Bea. Estamos espectantes. Y curramos con más entusiasmo que nunca, pase lo que pase. Pero no dejamos de asombrarnos y de intentar comprender... aunque sigo pensando... ¡Joder! ¿Quién soy yo para jugar a ejecutivo de una gran cadena de televisión? Nadie. Sólo un cómico. Un actor. Uno de los suertudos que tiene trabajo. Empleado por una productora empleada por Tele5. Grundy está tan atónita como nosotros.
LA SENSACIÓN: un estudiante de anatomía anestesia un cuerpo humano vivo. No el cuerpo más bello y más brillante del mundo, pero vivo. Le saca los órganos. Los toca, los huele, los manipula y los quiere colocar de vuelta en el cuerpo. Pero los cambia de lugar... el páncreas en el intestino, el hígado por el bazo, un pulmón en la vejiga...
¿Creéis que el paciente sobrevivirá?